25 enero 2012

Es enero. Este año ha sido muy largo ya. Camino silenciosa y en guardia entre una como selva. Listos mi arco entre las manos, mis flechas invisibles sobre la espalda. Desconfío de lo resplandeciente, llevo la marca de un espejismo. Cierro los ojos, ando como a ciegas y el mundo es otro, uno hecho de puntos luminosos que se asocian en ese algo que deja de ser vacío: blancos y rojos, azules y de todos los colores. De esa mirada nadie se esconde, como si el corazón revelara que nada es y somos otros. Algunas veces sé de este ser solo que se oculta detrás de una roca o sobre un árbol, que se sumerge en el agua. De Allá sale otro o desciende. Aquí es donde estamos juntos, en el sueño.

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