02 junio 2013

Estábamos en la sala. Mi mamá se acomodó en el sillón que está colocado al centro. Nos platicó sobre su viaje a Michoacán de las últimas dos semanas. Habló de mole, de barbacoa, de pescados, de carnitas, de uchepos, de cemas y de corundas. También de las veladoras que encendieron cuando se perdió la comunicación con los parientes de Coalcomán.

Los tienen sitiados, dijo. El pueblo salió con rifles y palos a defenderse de las mafias. Durante una noche se perdieron las señales de radio, de teléfono, de celulares. No sabíamos nada de ellos. Nadie se atrevió a publicar nada en el internet. Después se corrió el rumor que se había organizado la autodefensa. Tú tía rezó toda la noche. De Uruapan pa'llá están paralizados el turismo y el comercio, dijo. Se ha ido mucha gente.

En el pueblo de tus abuelas sí se pudo hacer la fiesta, nos juntamos todos los grandes en casa de los primos. Ya casi no conozco a nadie, casi todos se han ido o ya se murieron. Las calles de todo el pueblo están encementadas, no dejaron ni una empedrada. Le quitaron lo único bonito que tenía.

La prima ya pusó internet en su casa, por ahí ve a sus hijos, cuando menos. Andan en California. Hace quince años que no los abraza, lo dice como si fuera una cosa muy normal. La noche que pasé en su casa le llevaron las nochecitas unos mariachis porque era su cumpleaños y ella les abrió el portón para recibirlos. Cada año me las mandan mis hijos, dice. No faltan.

Mi amá me contó que anduvo bien feliz en el pueblo la mayor parte del tiempo, que caminó por todos lados y se metió a muchas casas para preguntar quién quedaba de sus conocidos. En todas la invitaron a comer. Luego se fue a la cabecera municipal que está a quince minutos y allá se pasó un día completo. Se sentó en la plaza a comer nieves de verdad. Hizo todo lo que le vino en gana. Dice que sintió una libertad muy grande andando sola.

Se ve contenta, rejuvenece siempre que se va de viaje. Dice que la vida es así con experiencias alegres y tristes, que lo valioso es que esas experiencias sirvan para vivir lo mejor posible y aprender a estar juntos.

2 comentarios:

Lorena dijo...

Pasé por varios blogs y me di cuenta que ya casi nadie regala algo, hasta que llegué aquí.

Gracias.

Miriam García Aguirre dijo...

Sí, tienes razón. No me había dado cuenta. Escribir en blog es un regalo. Gracias Lore.